Hotel Bulevard Atlántico Mar del Sud
A veces uno recorre caminos y lugares encontrándonos con historias, leyendas y mitos, que capta nuestra atención y nos parece extraño que puedan suceder tan cerca nuestro y no sabemos. Estos Hoteles Fantasmas aunque no lo creas son de la Argentina.
Ubicación
Mar del Sur, en el partido de General Alvarado, unos pocos kilómetros más al sur de la ciudad de Mar del Plata.
Historia
La Familia Otamendi poseía campos en la zona, estos impulsaron la fundación del balneario. Crearon para tal fin una sociedad anónima junto a distinguidas personalidades de la época y aproximadamente en 1887 se realizó el plano, se comenzó con la venta de los lotes y se inició la edificación de un hotel.
Para ese entonces Mar del Plata, fue fundada apenas un par de décadas antes, ya se vislumbraba como un sofisticado reducto de las clases más acomodadadas del país.
La primera obra del pueblo fue el fastuoso e imponente hotel Boulevard Atlántico que se erigió entre médanos y pastizales como una especie de anticipo del lujo y la sofisticación que caracterizarían, el menos en los planes, al nuevo balneario.
La Familia Otamendi poseía campos en la zona, estos impulsaron la fundación del balneario. Crearon para tal fin una sociedad anónima junto a distinguidas personalidades de la época y aproximadamente en 1887 se realizó el plano, se comenzó con la venta de los lotes y se inició la edificación de un hotel.
Para ese entonces Mar del Plata, fue fundada apenas un par de décadas antes, ya se vislumbraba como un sofisticado reducto de las clases más acomodadadas del país.
La primera obra del pueblo fue el fastuoso e imponente hotel Boulevard Atlántico que se erigió entre médanos y pastizales como una especie de anticipo del lujo y la sofisticación que caracterizarían, el menos en los planes, al nuevo balneario.
Pero las cosas se complicaron: la feroz crisis económica de 1890 provocó la quiebra del grupo inversor y las obras quedaron paralizadas. El proyecto quedó en el olvido y el hotel, sin pasajeros ni personal.
Curiosamente, los únicos cuerpos humanos que ingresaron al edificio, no eran precisamente de turistas veraniegos.
Según se cuenta: Los primeros pasajeros del hotel fueron alojados en enero de 1892 y fueron un grupo de inmigrantes judíos denominados “Pampistas” por el nombre del barco “Pampa” que los trajo desde Europa a Buenos Aires luego de un recorrido accidentado por varios países. Estos colonos fueron traídos por la Fundación del Barón Mauricio de Hirsch” para habitar una zona de Entre Ríos. A quienes más tarde se los denominaría “Gauchos Judíos” .
Según se cuenta: Los primeros pasajeros del hotel fueron alojados en enero de 1892 y fueron un grupo de inmigrantes judíos denominados “Pampistas” por el nombre del barco “Pampa” que los trajo desde Europa a Buenos Aires luego de un recorrido accidentado por varios países. Estos colonos fueron traídos por la Fundación del Barón Mauricio de Hirsch” para habitar una zona de Entre Ríos. A quienes más tarde se los denominaría “Gauchos Judíos” .
Un furibundo tornado azotó esa misma noche la zona, devastando las frágiles instalaciones y causando la muerte de algunos de los recién llegados. Los cadáveres fueron depositados en el sótano, permaneciendo allí por una semana, hasta que las autoridades se hicieran cargo, aún existe bajo el comedor del hotel. Las víctimas fueron luego enterradas en las barrancas del arroyo La Tigra, distante unos 200 metros.
El hotel fue posteriormente rematado, y sus adquirentes decidieron habilitarlo como tal en 1904. Será recién a partir de la década del 20´que el hotel inicia un período de esplendor. Mar del Sud se convertirá en los años siguientes en un lugar casi exclusivo. En esos años ingresaron los primeros turistas que se componía, principalmente, de empleados jerárquicos del ferrocarril y de familias que poseían campos en la zona. El acceso era difícil -hoy casi podríamos verlo como turismo aventura-, el clima hostil, y las instalaciones dentro y afuera del hotel eran modestas, las posibilidades de diversión eran: algunos juegos de salón, cancha de bochas, cabalgatas, cacerías de perdices, caminatas por los médanos y, desde luego, aire, sol y mar.
El hotel fue posteriormente rematado, y sus adquirentes decidieron habilitarlo como tal en 1904. Será recién a partir de la década del 20´que el hotel inicia un período de esplendor. Mar del Sud se convertirá en los años siguientes en un lugar casi exclusivo. En esos años ingresaron los primeros turistas que se componía, principalmente, de empleados jerárquicos del ferrocarril y de familias que poseían campos en la zona. El acceso era difícil -hoy casi podríamos verlo como turismo aventura-, el clima hostil, y las instalaciones dentro y afuera del hotel eran modestas, las posibilidades de diversión eran: algunos juegos de salón, cancha de bochas, cabalgatas, cacerías de perdices, caminatas por los médanos y, desde luego, aire, sol y mar.
Para los intrépidos bañistas, el establecimiento había dispuesto la construcción de casillas de madera en la playa, para calzarse los trajes de baño de lana y volver a vestirse como corresponde para pasar al comedor del hotel.
¿El menú? Fiambre, sopa, plato principal, segundo plato, postre y café.
Por la noche, la vestimenta era más formal aún.
A pesar de las pretensiones iniciales, el ambiente no podía compararse con el incesante y competitivo desfile de modas marplatense, pero al menos mantenía un buen tono que nadie osaba alterar.
Durante muchos años, el hotel Boulevard Atlántico se constituyó en algo así como un secreto del que no podía participar cualquiera.
Mar del Sud, el refinado balneario proyectado por aquellos empresarios, finalmente surgió en los alrededores del hotel. De a poco fue creciendo, hubo almacenes y bares poblados, al principio, por una clientela mitad paisana y mitad veraniega.
¿El menú? Fiambre, sopa, plato principal, segundo plato, postre y café.
Por la noche, la vestimenta era más formal aún.
A pesar de las pretensiones iniciales, el ambiente no podía compararse con el incesante y competitivo desfile de modas marplatense, pero al menos mantenía un buen tono que nadie osaba alterar.
Durante muchos años, el hotel Boulevard Atlántico se constituyó en algo así como un secreto del que no podía participar cualquiera.
Mar del Sud, el refinado balneario proyectado por aquellos empresarios, finalmente surgió en los alrededores del hotel. De a poco fue creciendo, hubo almacenes y bares poblados, al principio, por una clientela mitad paisana y mitad veraniega.
Cuentan quienes han tenido el privilegio de dormir en sus habitaciones, que sus camas eran blancas, de hierro y que los cortes de luz eran demasiado frecuentes.
Hablan también de patios circundados de galerías de barandas enrejadas y adornadas con señoriales palmeras (que hoy, a bastante más de 100 años, todavía subsisten)
Hablan también de patios circundados de galerías de barandas enrejadas y adornadas con señoriales palmeras (que hoy, a bastante más de 100 años, todavía subsisten)
Muchos nos han hablado de Albertina, la elegante señora que vivió sus últimos años en el hotel, y que solía alegrar las veladas tocando valses en el piano del salón principal. Quienes la conocieron la describen acompañada de una infaltable sombrilla blanca y cuentan que solía instalarse en algún rincón del hotel para adivinar la suerte de quienes se le acercaran. Albertina, como no podía ser de otra manera, murió dentro de las paredes del hotel. Hoy el hotel ya no funciona como tal.
En 1993 un incendio afectó parte de su cocina y ese fue el golpe de gracia que marcó el cierre definitivo de sus puertas.
Su actual dueño está empeñado en evitar su desaparición, aunque sabe que es más que probable que nunca más esa enorme mole vuelva a cobijar a pasajero alguno.
Parece condenado a ser, durante lo que le quede de vida, apenas uno más de los hoteles fantasmas de los caminos argentinos...
Su actual dueño está empeñado en evitar su desaparición, aunque sabe que es más que probable que nunca más esa enorme mole vuelva a cobijar a pasajero alguno.
Parece condenado a ser, durante lo que le quede de vida, apenas uno más de los hoteles fantasmas de los caminos argentinos...
Algunos vídeos del Hotel
GRACIAS POR TU VISITA!


















